Notas de Elena | Martes 27 de julio del 2021 | “Soy manso y humilde de corazón” | Escuela sabática

Martes 27 de julio: “Soy manso y humilde de corazón”
“Aprended de mí —dice Jesús—, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso”. Debemos entrar en la escuela de Cristo, aprender de su mansedumbre y humildad. La redención es aquel proceso por el cual el alma se prepara para el cielo. Esa preparación significa conocer a Cristo. Significa emanciparse de ideas, costumbres y prácticas que se adquirieron en la escuela del príncipe de las tinieblas. El alma debe ser librada de todo lo que se opone a la lealtad a Dios.
En el corazón de Cristo, donde reinaba perfecta armonía con Dios, había perfecta paz. Nunca le halagaban los aplausos, ni le deprimían las censuras o el chasco. En medio de la mayor oposición o el trato más cruel, seguía de buen ánimo. Pero muchos de los que profesan seguirle tienen un corazón ansioso y angustiado porque temen confiarse a Dios. No se entregan completamente a él, porque rehúyen las consecuencias que una entrega tal puede significar. A menos que se rindan así a él, no podrán hallar paz (El Deseado de todas las gentes, pp. 297, 298).
Solamente estáis seguros cuando, en perfecta sumisión y obediencia, os relacionáis con Cristo. El yugo es fácil, porque Cristo lleva el peso. Al levantar la carga de la cruz, se convertirá en liviana; y esa cruz es para vosotros una garantía de vida eterna. Es el privilegio de cada cual seguir alegremente a Cristo exclamando a cada paso: “Tu benignidad me ha acrecentado”. Pero si queremos viajar en dirección al cielo, debemos tomar a la Palabra de Dios como nuestro libro de texto. Debemos estudiar nuestras lecciones diarias en las palabras de la inspiración…
La humillación del hombre Cristo Jesús es incomprensible para la mente humana; pero su divinidad y su existencia antes de que el mundo fuera creado jamás pueden ser puestas en tela de juicio por los que creen en la Palabra de Dios. El apóstol Pablo nos habla de nuestro Mediador, el Hijo unigénito de Dios, quien en su estado glorioso tenía la forma de Dios y era el Comandante de todas las huestes celestiales, y que no obstante, al revestir su divinidad de humanidad, tomó sobre sí la forma de siervo (Hijos e hijas de Dios, p. 83).
Al consentir en convertirse en hombre, Cristo manifestó una humildad que es la maravilla de las inteligencias celestiales. El acto de consentir en ser hombre no habría sido una humillación si no hubiera sido por la excelsa preexistencia de Cristo. Debemos abrir nuestro entendimiento para comprender que Cristo puso a un lado su manto real, su corona regia y su elevado mando, y revistió su divinidad con humanidad para que pudiera encontrarse con el hombre donde este estaba y para proporcionar a los miembros de la familia humana poder moral, a fin de que llegaran a ser los hijos e hijas de Dios. Para redimir al hombre, Cristo se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Mensajes selectos, t. 1, pp. 285,286).
=============================
NOTAS DE ELENA G. DE WHITE
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA 2021
Lectura del Folleto Comentarios de Elena G. de White
Lecciones de Escuela Sabática para Adultos
Lección 5: Para el 31 de julio de 2021
“VENID A MÍ…”
Tercer Trimestre 2021
DESCANSO EN CRISTO
3er. Trimestre 2020 | Julio – Septiembre 2021



Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*