Notas de Elena | Lunes 22 de abril 2019 | La vida de soltero | Escuela Sabática

Lunes 22 de abril: La vida de soltero
Una de las señales de nuestro tiempo, como fue en los días de Noé, es la pasión imprudente y los casamientos apresurados. Satanás está en todo esto. Si Pablo pudo permanecer solo, y recomendó a otros lo propio para que pudieran permanecer totalmente en el Señor, ¿por qué no mantenerse como se mantuvo él, evitando así los cuidados, las pruebas y las amargas angustias tan frecuentes en la experiencia de quienes optan por la vida de casados? Aún más, si él eligió permanecer así y pudo recomendar lo mismo a otros hace 18 siglos, ¿no será ahora recomendable —como lo fue entonces— como conducta para quienes aguardan la venida del Hijo del Hombre, a no ser que hubiera evidencias incuestionables de que mejorarían sus condiciones y se aseguraran el cielo? Cuando hay tanto en juego, ¿por qué no situarse siempre del lado seguro? (Testimonios acerca de conducta sexual, adulterio y divorcio, p. 281).
Amemos a Dios sobre todas las cosas y no permitamos que nada se interponga entre nosotros y nuestro Dios. Debemos prestar atención a la luz que Dios ha permitido que brille sobre nuestro camino; debemos mostrar delante de todo el cielo que apreciamos cada rayo de luz; debemos reflejar esa luz sobre otros. Somos responsables delante de Dios de nuestra influencia. Aun si se nos obliga a estar aparentemente solos, no estamos solos, porque Cristo está con nosotros para animarnos, fortalecernos y bendecirnos. Conoce cada deseo de vuestro corazón, cada propósito de vuestra alma. Dice: «No os dejaré huérfanos: vendré a vosotros». Juan 14:18. Creamos que Dios hará como ha prometido (A fin de conocerle, p. 205).
Dios es nuestra fortaleza. Debemos buscar en él sabiduría y dirección, y teniendo en vista su gloria, el bien de la iglesia y la salvación de nuestras propias almas, debemos vencer nuestros vicios dominantes. Debemos procurar individualmente obtener nueva victoria cada día. Debemos aprender a permanecer en pie solos y depender por completo de Dios. Cuanto antes aprendamos esto, mejor. Descubra cada uno en qué fracasa, y luego vele fielmente para que sus pecados no lo venzan, antes bien, obtenga la victoria sobre ellos. Entonces podremos tener confianza para con Dios, y se ahorrarán muchas dificultades para la iglesia (Primos escritos, p. 105).
Dios no desea que quedemos abrumados de tristeza, con el corazón angustiado y quebrantado. Quiere que alcemos los ojos y veamos su rostro amante. El bendito Salvador está cerca de muchos cuyos ojos están tan llenos de lágrimas que no pueden percibirlo. Anhela estrechar nuestra mano; desea que lo miremos con fe sencilla y que le permitamos que nos guíe. Su corazón conoce nuestras pesadumbres, aflicciones y pruebas. Nos ha amado con un amor sempiterno y nos ha rodeado de misericordia. Podemos apoyar el corazón en él y meditar a todas horas en su bondad. Él elevará el alma más allá de la tristeza y perplejidad cotidianas, hasta un reino de paz (El discurso maestro de Jesucristo, p. 16).
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Notas de Elena G. de White
Lecciones de Escuela Sabática para Adultos
Lección 3: Para el 20 de abril de 2019
CUANDO ESTAMOS SOLOS
2er. Trimestre 2019 – Las Etapas Familiares
Narración: Maira Fermin

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