Notas de Elena | Jueves 6 de febrero del 2020 | La caída de Babilonia | Escuela Sabática

Jueves 6 de febrero: La caída de Babilonia
«Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios». Este
cuadro se adapta a todos los tiempos. Podéis hacer planes para obtener meros goces egoístas, podéis allegaros tesoros, podéis edificaros gran-des y altas mansiones, como los edificadores de la antigua Babilonia; pero no podéis edificar muros bastante altos ni puerta bastante fuerte para impedir el paso de los mensajeros de la muerte. El rey Belsasar «hizo un gran banquete» en su palacio, «y alabaron a los dioses de oro y de plata, de metal, de hierro, de madera, y de piedra». Pero la mano del Invisible escribió en la pared las palabras de su condena, y se oyó a las puertas de su palacio el paso de los ejércitos hostiles. «La misma noche fue muerto Belsasar, rey de los caldeos», y un monarca extranjero se sentó en el trono (Daniel 5:30). Vivir para sí es perecer. La codicia, el deseo de beneficiarse a sí mismo, separa al alma de la vida. El espíritu de Satanás es conseguir, atraer hacia sí. El espíritu de Cristo es dar, sacrificarse para bien de los demás. «Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida: el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida» (1 Juan 5:11, 12) (Palabras de vida del gran Maestro, p. 203).
Quienes estén imbuidos del espíritu que actuó sobre Daniel, no serán orgullosos ni estrechos de mente, sino que decidirán ponerse firmemente del lado de lo correcto. En todas sus asociaciones, ya sea con sus hermanos o con otros, no se apartarán de los principios, al mismo tiempo que mostrarán una paciencia similar a la de Cristo (Consejos sobre la salud, p. 151).
El cristiano es primero un recién nacido en Cristo. Luego se transforma en niño. Debe realizar continuos avances en proporción a las oportunidades y privilegios que se le conceden. Siempre debe recordar que no es suyo, que ha sido comprado con precio y que debe hacer el mejor uso posible de los talentos que se le han confiado. Aun en la infancia de su entendimiento espiritual el cristiano debe esforzarse para hacer el más decidido avance hacia la vida más elevada, más santa. Ha de reconocer que es un labrador junto con Dios…
Nunca ha de sentirse autosuficiente, sino que debe estimarlo todo como pérdida por la excelencia del conocimiento de su Señor, Cristo Jesús. Debe caminar y obrar en compañerismo con su Salvador. A medida que lo haga, su fe aumentará. Al contemplar continuamente a Cristo, será transformado a la misma imagen y carácter de su Señor (In Heavenly Places, p. 183; parcialmente en: En los lugares celestiales, p. 185).
Viernes, 7 de febrero: Para estudiar y meditar
Maranatha, «¿Lloraremos o nos regocijaremos?», p. 39.
En los lugares celestiales, «Edificando sobre Cristo», p. 132.
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NOTAS DE ELENA G. DE WHITE
Lecciones de Escuela Sabática para Adultos
Lección 6: Para el 8 de febrero del 2020
DE LA ARROGANCIA A LA DESTRUCCIÓN
1er. Trimestre 2020
DANIEL – El libro de Daniel

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