Notas de Elena | Jueves 26 de agosto del 2021 | La observancia del sábado | Escuela Sabática

Jueves 26 de agosto: La observancia del sábado
El sábado no era para Israel solamente, sino para el mundo entero. Había sido dado a conocer al hombre en el Edén, y como los demás preceptos del Decálogo, es de obligación imperecedera. Acerca de aquella ley de la cual el cuarto mandamiento forma parte, Cristo declara: “Hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley”. Así que mientras duren los cielos y la tierra, el sábado continuará siendo una señal del poder del Creador. Cuando el Edén vuelva a florecer en la tierra, el santo día de reposo de Dios será honrado por todos los que moren debajo del sol. “De sábado en sábado”, los habitantes de la tierra renovada y glorificada, subirán “a adorar delante de mí, dijo Jehová”. Mateo 5:18; Isaías 66:23 (El Deseado de todas las gentes, pp. 249, 250).
El sábado del Señor ha de ser una bendición para nosotros y nuestros hijos…. A estos se les pueden mostrar las flores abiertas y los capullos, los altísimos árboles y las bellas briznas de hierba, y enseñárseles que Dios los hizo todos en seis días, y descansó en el séptimo y lo santificó. Así los padres pueden vincular las lecciones que imparten a sus hijos, de manera que cuando estos contemplan las cosas de la naturaleza, recuerden al Gran Creador de ellas. Sus pensamientos volarán hacia el Dios de la naturaleza, hacia la creación del mundo, cuando se instituyó el sábado, y todos los hijos de Dios cantaban de gozo.
Feliz la familia que puede ir al lugar de culto el sábado, como Jesús y sus discípulos iban a la sinagoga, a través de campos y bosques, o a lo largo de la costa del lago (Mi vida hoy, p. 144).
El sábado es una señal del poder creador y redentor; señala a Dios como fuente de vida y conocimiento; recuerda al hombre la gloría primitiva y así da testimonio del propósito de Dios de volvemos a crear a su imagen.
El sábado y la familia fueron instituidos en el Edén, y en el propósito de Dios están indisolublemente unidos. En ese día, más que en cualquier otro, nos es posible vivir la vida del Edén. Era el plan de Dios que los miembros de la familia se asociaran en el trabajo y el estudio, en el culto y la recreación, el padre como sacerdote de su casa, y él y la madre, como maestros y compañeros de sus hijos. Pero los resultados del pecado, al modificar las condiciones de la vida, han impedido, en extenso grado, esta asociación. Con frecuencia ocurre que el padre apenas ve los rostros de sus hijos durante la semana. Se encuentra casi totalmente privado de la oportunidad de ser compañero de ellos e instruirlos. Pero el amor de Dios ha puesto un límite a las exigencias del trabajo. En su día reserva a la familia la oportunidad de tener comunión con él, con la naturaleza y con su prójimo (La educación, p. 250,251).
Viernes 27 de agosto: Para estudiar y meditar
Mi vida hoy, 10 de octubre, “Por el sábado” p. 296;
Exaltad a Jesús, 7 de febrero, “La primera semana de la tierra, exaltad a Jesús como el Creador”, t. 3, p. 46.
=============================
NOTAS DE ELENA G. DE WHITE
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA 2021
Lectura del Folleto Comentarios de Elena G. de White
Lecciones de Escuela Sabática para Adultos
Lección 9: Para el 28 de agosto de 2021
LOS RITMOS DEL DESCANSO
Tercer Trimestre 2021
DESCANSO EN CRISTO
3er. Trimestre 2020 | Julio – Septiembre 2021



Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*