Notas de Elena | Domingo 4 de octubre del 2020 | La primera familia | Escuela Sabática

Domingo 4 de octubre: La primera familia
Hablo a padres y a madres: Podéis ser educadores en vuestras iglesias del hogar; podéis ser agentes misioneros espirituales. Sientan los padres y las madres la necesidad de ser misioneros en el hogar, la necesidad de mantener la atmósfera del hogar libre de la influencia de palabras despiadadas y apresuradas, y la escuela del hogar será un lugar donde los ángeles de Dios podrán entrar para bendecir y dar éxito a los esfuerzos que se hagan.
Considerad la institución familiar como una escuela de preparación, preparatoria para la realización de los deberes religiosos. Vuestros hijos han de desempeñar una parte en las actividades de la iglesia, y cada facultad de la mente, cada capacidad física ha de ser conservada fuerte y activa para el servicio de Cristo. Ellos han de ser enseñados en el amor de la verdad porque es verdad; han de ser santificados por la verdad para que puedan soportar la gran inspección que se realizará antes de mucho para determinar la idoneidad de cada uno para entrar en la escuela superior y convertirse en miembro de la familia real, hijo del Rey celestial (Conducción del niño, pp. 454, 455).
En la familia la religión consiste en criar a los hijos en la disciplina y admonición del Señor. Cada miembro de la familia debe ser sustentado por las lecciones de Cristo, y el interés de cada alma debe protegerse estrictamente, para que Satanás no engañe a nadie ni lo aparte de Cristo. Tal es el ideal que cada familia debe procurar alcanzar, resuelta a no fracasar ni a quedar desalentada. Cuando los padres son diligentes y vigilantes en su instrucción, cuando enseñan a sus hijos a procurar sinceramente la gloria de Dios, cooperan con él y él coopera con ellos en la salvación de las almas de aquellos hijos por quienes Cristo murió.
La instrucción religiosa significa mucho más que la instrucción común. Significa que debemos orar con nuestros hijos, enseñarles cómo deben acercarse a Jesús y hablarle de todo lo que necesitan. Significa que en nuestra vida debemos demostrar que Jesús lo es todo para nosotros y que su amor nos hace pacientes, bondadosos y tolerantes, aunque firmes en lo que se refiere a mandar a nuestros hijos después de nosotros, como lo hizo Abraham (El hogar cristiano, p. 286).
Los corazones que están henchidos del amor de Cristo no pueden separarse mucho. La religión es amor, y el hogar cristiano es un lugar donde el amor reina y halla expresión en palabras y actos de bondad servicial y gentil cortesía.
Se necesita religión en el hogar… Únicamente donde reina Cristo puede haber amor profundo, verdadero y abnegado. Entonces las almas quedarán unidas, y las dos vidas se fusionarán en armonía. Los ángeles de Dios serán huéspedes del hogar… Los pensamientos serán dirigidos hacia arriba, hacia Dios; y a él ascenderá la devoción del corazón.
En toda familia donde Cristo more, se manifestará tierno interés y amor mutuo… un amor profundo y permanente (El hogar cristiano, p. 81).
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NOTAS DE ELENA G. DE WHITE
ESCUELA SABÁTICA
Lecciones de Escuela Sabática para Adultos
Lección 2: Para el 10 de Octubre de 2020
LA FAMILIA
Cuarto Trimestre 2020
LA EDUCACIÓN
4to. Trimestre 2020



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