Lección 8 | Sábado 17 de agosto del 2019 | Una caminata vergonzosa | Escuela Sabática Jóvenes

AUN POR EL MAS PEQUEÑO
«El Rey les responderá: «Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí» (Mat. 25:40).

SÁBADO 17 AGOSTO
UNA CAMINATA VERGONZOSA
Introducción | Mat. 9:36
Vacaciones en Italia. Ni una preocupación en el mundo: excepto, quizá, la de encontrar buena señal de teléfono para publicar fotos en Instagram. Mientras caminábamos por Florencia, un hombre en la calle se acercó y nos ofreció algo. -Comprémosle algo -dijo mi esposa.
¡Vamos! Apenas teníamos tiempo para ver el David, y los jardines pronto cerrarían. Mis pies se volvieron sin ganas para llevarme de regreso unos pocos metros al hombre desarreglado que vendía algunas cosas en una caja de cartón.
-Está bien. ¿Qué quieres? -le pregunté a mi esposa mientras sacaba la billetera. -No lo sé. Pero… toma algo.
Entonces, inadvertidamente, mis ojos se encontraron con los de él. Y lo vi. No solo las ansias por sobrevivir, ni el deseo de obtener algunos euros de mí, sino un clamor desesperado por ser reconocido. En ese momento vi mis propios ojos, hacía tiempo olvidados.
Hacía mucho tiempo, cuando estuve atascado en un vértigo de Interminable limbo migratorio, me enfrenté a esas miradas. Miradas serias, que solo me veían como un estorbo. Y ahora, este hombre se enfrentaba a esa misma mirada… en mis ojos.
La situación cambia… y nos olvidamos.
«Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor» (Mat. 9:36). Jesús presenta algo casi extinto en nuestra sociedad: la compasión. Si tan solo… si nos detuviéramos y nos preguntáramos si la compasión de nuestro Salvador vive en nosotros. ¿Realmente vive?…
Así que, le compramos algunos adornos, charlamos por unos minutos, y le dimos unos euros de más. Y no se borrará de mi mente el recuerdo de una sonrisa mientras nos saludaba con la mano, exclamando: «Ciao. amici». Pero me alejé avergonzado.
-¿Por qué no le dimos simplemente algo de dinero? -pregunté.
-Caridad con dignidad, querido… -dijo mi esposa.
Caridad con dignidad…
Que Dios nos encuentre trabajando con ahínco, y lo escuchemos decirnos: «Todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí».
=============================
ESCUELA SABÁTICA PARA JÓVENES
Lectura del folleto Joven
Lección 8: Para el 14 de agosto de 2019
AUN POR EL MAS PEQUEÑO
Tercer Trimestre 2019 – Servir a los necesitados
Narración: Adan Vicente

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*