Lección 6 | Jueves 9 de mayo 2019 | El llamado a profundizar | Escuela Sabática Jóvenes

JUEVES 9 DE MAYO
EL LLAMADO A PROFUNDIZAR
Opinión: 1 Cor. 12:27
Hay personas en este mundo (algunas de las cuales están leyendo esta lección) que no tienen una familia «tradicional». Puedes ser soltero; quizá tus padres fallecieron o fuiste adoptado a una edad temprana. Sé de personas que se hicieron cristianos y sus familias los desheredaron por causa de ello; ese puedes ser tú. Algunos de ustedes pueden haber visto su nombre en las frases anteriores, y esto está bien. Pertenecer a las situaciones mencionadas no te hace menos parte de la familia de Dios. Todos tienen un lugar en la familia de Dios.
La historia de la creación de la humanidad en Génesis 1 y 2 es un buen lugar para comenzar a obtener comprensión sobre nuestra sexualidad. La sexualidad no es solo una interacción física, sino una experiencia continua y espiritual. Uno de los primeros puntos para destacar de esta historia es que había un hombre y una mujer. Adán y Eva. Utilizamos principalmente esta historia del origen para glorificar el matrimonio, y no tiene nada de malo. Desafortunadamente, si nos detenemos allí, nos perdemos la hermosura completa de la historia de la Creación.
Adán estaba solo porque no había nadie más como él, así que Dios formó a una mujer, Eva, para hacer que Adán (la humanidad) estuviera completo. Eva era mujer, y Adán era hombre; pero eso no era todo lo que los diferenciaba. Quizás a Adán le gustaba el arroz y a Eva le encantaban las legumbres. Aunque el ejemplo es arbitrario, espero que entiendas el punto: cada ser humano es único, pero nuestra unicidad no deriva ni está limitada a nuestros órganos sexuales. Hay más en cuanto a quiénes somos que nuestro sexo. Imagina si más personas pensaran así: solo porque soy una mujer no quiere decir que seré como cualquier otra mujer. De hecho, nuestras diferencias son las que nos hacen miembros valiosos del cuerpo de Cristo.
Verdaderamente, ¿cómo podemos conectarnos con otros y estar en comunidad con ellos si no podemos abrazar lo que los hace diferentes? Creo que no somos tan inclusivos como deberíamos ser como cristianos. Dios nos está llamando a tener una relación más profunda, no por medio de la invariabilidad o los estereotipos, sino por medio de la valoración de la diversidad, las historias de vida y las experiencias.
PARA PENSAR Y DEBATIR
Piensa en una persona en tu vida que te puede acercar a Dios.
¿De qué maneras puedes honrar a Dios con tus relaciones?
Brittany Venus Hudson. Richmond HUI. Ontario. Canadá.
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