Lección 3 | Domingo 14 de julio del 2019 | Sábado, día de libertades | Escuela Sabática Jóvenes

DOMINGO 14 JULIO
SÁBADO, DÍA DE LIBERTADES
Logos | Éxo. 16:16-26; 20:8-11; Lev. 25:1-11; Deut. 5:12-15; 15:1-11; Mar. 3:1-6; Luc. 6:6-11; 13:10-17; 14:1-6; Juan 5:1-18; 9:1-34.
Históricamente, el discurso religioso en cuanto al sábado se ha orientado en sus dimensiones legales y de calendario. Pero ¿existe alguna relación entre el sábado y los temas relativos a la obra de la justicia social? Esta semana analizaremos particularmente lo que la Biblia dice sobre la libertad en conexión con el sábado.

EL SÁBADO. DÍA DE DIGNIDAD
Respetado aun luego de la caída de la humanidad, el sábado ofrece una visión radical para la sociedad, en nuestro mundo plagado por el pecado. El Mandamiento del séptimo día, registrado en Éxodo 20:8 al 11 y en Deuteronomio 5:12 al 15, reconoce este día como día de descanso para toda la humanidad. En el día sábado, «ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que tu siervo y tu sierva puedan descansar como tú’ (Deut. 5:14, RVR 95). El sábado no es solo para el creyente o los ciudadanos de un solo país; ¡ni siquiera es solo para los seres humanos!
En la ley civil revelada a Moisés en el monte Sinaí, Dios les dio un año sabático a los israelitas (shemitó, en hebreo). Cada siete años, debían liberar a sus compatriotas de deudas, incluyendo a quienes se hubieran esclavizado a causa de sus deudas. Dios prometió a los israelitas que «Jehová, tu Dios, te habrá bendecido» al observar la shemitó (Deut. 15:6, RVR 95).
Además, Dios mandó al pueblo de Israel que en ese año sabático permitiera que la tierra descansara después de seis años de cultivo (Lev. 25:1-11). Pero, ¿cómo comerían en el año sabático? Increíblemente, aunque no es sorpresa, Dios prometió que produciría «como para tres años» (25:21). Dios prometió abundantemente más de lo que los israelitas podían esperar: proveyó comida para el sexto año, y para el séptimo año de descanso, así como para el primer año del siguiente ciclo de siete años, cuando se sembrarían nuevos cultivos. De manera similar, Dios proveyó una doble porción de maná el sexto día de cada semana para los Israelitas, ya que el maná no caería durante el séptimo día (Éxo. 16:16-26).
El sábado ofrece libertad de las cargas del trabajo humano. Esta libertad dada por Dios nos lleva a reconocer la dignidad y la humanidad de toda la raza humana; valores que se ven disminuidos en el mundo actual. El pueblo de Dios reconocía que todo proviene de Dios, y no de sus propias obras. Cuando guardamos el sábado aceptando el poder de Dios para proveer, nos salvaguardamos en contra de la avaricia, el egoísmo y la crueldad.

EL SÁBADO. DÍA DE SANIDAD
Durante su ministerio, Jesús disipó malinterpretaciones sobre el sábado que se habían perpetuado por mucho tiempo. En seis de los siete milagros que realizó en sábado (la sanación del Inválido en el estanque de Betesda [Juan 5:1-13]; el hombre con la mano paralizada [Mar. 3:1-6]; la mujer que llevaba 18 años enferma [Luc. 13:10-17]; el enfermo de hidropesía [Luc. 14:1-6]; y el ciego [Juan 9:1-34]), los líderes religiosos judíos acusaron a Jesús de quebrantar el sábado. Al realizar estos milagros, Jesús reveló el verdadero significado del sábado como un día de sanidad en Cristo.
El sábado nos recuerda que Jesús nos ofrece libertad en un mundo de pecado. Él quiere liberarnos de nuestras enfermedades espirituales y físicas. Quiere liberarnos de la esclavitud de la sociedad, que nubla el verdadero significado de su Palabra. Quiere liberarnos del cansador daño del pecado.

EL SÁBADO. DÍA DE LIBERTAD
Al recordar el séptimo día como Dios ordena, reconocemos que dependemos únicamente de él para nuestro sustento espiritual, físico, social y mental. En el Sermón del Monte, Jesús exhortó: ‘Así que no se preocupen diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿Qué beberemos?’ o ‘¿Con qué nos vestiremos?’ […] Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas» (Mat. 6:31,33).
El sábado es una experiencia de la verdadera libertad que viene por confiar solo en los méritos de Jesús para que nos redima, sostenga y enseñe a amarnos unos a otros.

PARA PENSAR Y DEBATIR:
¿Se te ocurren otros ejemplos de la Biblia en los que el sábado ofrece libertad?
Habiendo estudiado algunos aspectos del sábado en relación con la justicia social,
¿por qué y cómo piensas que el sábado es relevante en tu cultura y país y, de manera más general, en nuestro mundo actual?
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