Lección 13 | Lunes 24 de junio 2019 | La noble tarea de reconciliar corazones | Escuela Sabática Jóvenes

LUNES 24 DE JUNIO
LA NOBLE TAREA DE RECONCILIAR CORAZONES
Testimonio: Juan 3:27-30
«Entre las montañas de Galaad, al este del Jordán, en los días de Acab moraba un hombre de fe y oración cuyo ministerio intrépido estaba destinado a detener la rápida diseminación de la apostasía en Israel. A pesar de estar alejado de toda ciudad de renombre y sin ocupar un puesto elevado en la vida, Elias el tisbita Inició su misión confiando en el propósito que Dios tenía de preparar el camino delante de él y darle abundante éxito.
«Mientras Elias veía a Israel hundirse cada vez más en la idolatría, su alma se angustiaba y se despertó su Indignación. Dios había hecho grandes cosas por su pueblo. Lo había libertado de la esclavitud y le había dado ‘las tierras de las naciones… para que guardasen sus estatutos, y cumpliesen sus leyes’ (Sal. 105:44,45). Pero los designios benéficos de Jehová habían quedado casi olvidados. La incredulidad iba separando rápidamente a la nación escogida de la Fuente de su fortaleza. Mientras consideraba esta apostasía desde su retiro en las montañas, Elias se sentía abrumado de pesar. Con angustia en el alma rogaba a Dios que detuviese en su impía carrera al pueblo una vez favorecido, que le enviase castigos si era necesario, para inducirlo a ver lo que realmente significaba su separación del Cielo Anhelaba verlo inducido al arrepentimiento antes de llegar a su mal proceder al punto de provocar tanto al Señor que lo destruyese por completo”.’ Juan el Bautista tuvo una experiencia similar: «Juan debía salir como mensajero de Jehová para comunicar a los hombres la luz de Dios. Debía dar una nueva dirección a sus pensamientos. Debía impresionarlos con la santidad de los requerimientos de Dios y su necesidad de la perfecta justicia divina. Tal mensajero debía ser santo. Debía ser un templo para que habitara el Espíritu de Dios. Con el fin de cumplir su misión, debía tener una constitución física sana, y fuerza mental y espiritual. Por tanto le sería necesario dominar sus apetitos y pasiones. Debía ser capaz de dominar todas sus facultades, para poder estar entre los hombres tan inconmovible frente a las circunstancias que lo rodeasen como las rocas y montañas del desierto.
«En tiempos de Juan el Bautista, la codicia de riquezas y el amor al lujo y la ostentación se habían difundido extensamente. Los placeres sensuales, banquetes y borracheras estaban ocasionando enfermedades físicas y degeneración, embotando las percepciones espirituales y disminuyendo la sensibilidad al pecado. Juan debía destacarse como reformador».2

PARA PENSAR Y DEBATIR
¿Qué cualidades deberíamos tener para calificar como mensajeros de Dios?
¿De qué maneras nuestra situación es similar a la de Elias o Juan?
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ESCUELA SABÁTICA PARA JÓVENES
Lectura del folleto Joven
Lección 13: Para el 29 de junio de 2019
CÓMO RECONCILIARSE EN EL TIEMPO DEL FIN
2er. Trimestre 2019 – Las Etapas Familiares
Narración: Adan Vicente

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