Lección 11 | Jueves 12 de marzo del 2020 | Un Príncipe victorioso | Escuela Sabática Adultos

Jueves 12 de marzo
UN PRÍNCIPE VICTORIOSO
El personaje más prominente en el libro de Daniel es la figura que al principio se denomina “hijo de hombre” (Dan. 7:13), o “príncipe de los ejércitos” (Dan. 8:11). Finalmente, descubrimos que su nombre es Miguel (Dan. 10:12), que significa “¿Quién como Dios?” Él viene a ayudar a Gabriel en el conflicto con el rey de Persia (Dan. 10:13). El ángel hace alusión a este ser celestial como “Miguel vuestro príncipe” (Dan. 10:21); es decir, el príncipe del pueblo de Dios. Miguel aparece más adelante en el libro de Daniel como el protector del pueblo de Dios (Dan. 12:1). En Judas 9 aprendemos que Miguel, también llamado arcángel, lucha contra Satanás y resucita a Moisés. Apocalipsis 12:7 revela que Miguel es el adalid del ejército celestial, que derrota a Satanás y a sus ángeles caídos. Por consiguiente, Miguel no es otro que Jesucristo. Así como el Imperio Persa tiene un comandante supremo, una fuerza espiritual que está detrás de su líder humano, así también el pueblo de Dios tiene a Miguel como Comandante en jefe, que interviene para luchar y ganar la guerra cósmica en su favor.
Lee Colosenses 2:15. ¿Cómo logró Jesús la victoria en el Conflicto Cósmico?
Al hacer frente a las fuerzas del mal, podemos tener fe en Jesús, nuestro campeón. Él derrotó a Satanás al comienzo de su ministerio público. Durante su vida terrenal, derrotó a Satanás en el desierto cuando fue asaltado con tentaciones, luchó contra hordas demoníacas y liberó a la gente del poder de las tinieblas. Jesús derrotó al mal, incluso cuando se enmascaró detrás del intento de Pedro de disuadirlo de dirigirse hacia el Calvario. En sus últimas palabras a los discípulos, Jesús habló de su muerte inminente como una batalla, que culminará en una victoria decisiva sobre Satanás: “Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo” (Juan 12:31, 32).
A veces miramos a nuestro alrededor, y las cosas se ven muy mal. Hay violencia, inmoralidad, corrupción y enfermedades en todas partes. Un enemigo, no de carne y hueso, nos ataca brutalmente desde todos los lados.
Pero, no importa cuán difíciles sean las batallas que tenemos que librar, Jesús lucha por nosotros, y es nuestro Príncipe y Sumo Sacerdote en el Santuario celestial.
Lee Romanos 8:37 al 39. ¿Cómo podemos hacer que la promesa de ser vencedores sea una experiencia real en nuestra vida cristiana?
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LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
Lectura del Folleto de Adultos
Lección 11: Para el 14 de marzo del 2020
DE LA BATALLA A LA VICTORIA
1er. Trimestre 2020
DANIEL – El libro de Daniel

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