Bosquejo | Lección 8 | Uno de estos mis hermanos más pequeños | Escuela Sabática Pr. Edison Choque

Lección 8 – «Uno de estos mis hermanos más pequeños» (3ºTrim/2019)

En el Sermón del Monte, Cristo estableció los valores del reino de los cielos.

Un valor fundamental es la justicia de Dios.

Mateo 5: 6 «Bienaventurados los que tienen hambre y sed
justicia, porque ellos serán saciados ”

El propósito de la lección de esta semana es aprender a vivir de forma práctica la justicia, la bondad y la misericordia de Cristo.

Bienvenido al bosquejo de la lección de la Escuela Sabática ya estamos en la lección 8 que tiene como titulo:

«Uno de estos mis hermanos más pequeños»

Nos vamos a concentrar apenas en dos asuntos en la lección de esta semana:

1. Sal y luz del mundo.

2. ¿Quién es mi prójimo?

I. Sal y luz del mundo.

Mateo 5:13 dice: «Vosotros sois la sal de la tierra».

¿Qué significa ser «sal de la tierra»

La sal tiene dos propósitos principales:

1. Dar sabor

2. Preservar

La sal no fue hecha para quedarse en el salero.

La tiene el propósito mezclarse con la comida.

El sabor no está en la sal, necesita mezclarse con la comida para darle sabor a la comida.

El propósito de la sal es hacer que la comida sea agradable.

Y para eso debe entrar en contacto con la comida.

Cuando Jesús dice que somos sal de la tierra, está diciendo que debemos ponernos en contacto con el mundo a fin de dar sabor a la vida de las personas.

Hay muchas personas que ya han perdido el sabor de la vida, hay personas que sufren la miseria de la injusticia.

El llamado es ser sal para ellos.

Cuando Jesús entra en la vida de las personas, da sabor a sus vidas.
Cuando Jesús entra en contacto con el ser humano, la vida tiene sentido, la vida tiene valor.

Por otro lado, la sal también tiene otro propósito: es preservar:

En otras palabras, nuestro llamado es evitar el deterioro del mundo, evitar el deterioro de la moral, de la injusticia.

Luz del mundo.

Mateo 5: 14 dice: «Vosotros sois la luz del mundo».

¿Qué significa ser luz del mundo?

Para comprender mejor el ministerio de la luz, debemos entender el ministerio del reflector.

Los reflectores no fueron hechos para iluminarse a si mismos.

Los reflectores fueron hechos para iluminar algo mas importante.

No hay nada extraordinario en nosotros para ser visto.

De hecho, somos una luz que ilumina lo que debe ser visto: Jesús de Nazaret.

Si Jesús está siendo visto, la iglesia no necesita ser contemplada. Porque lo más importante se está observando. Jesús

El mundo debe contemplar a Jesús a través de nosotros.

Para que un reflector haga su trabajo fielmente, debe estar en un lugar visible donde la gente pueda verlo.

Debe estar donde están los vulnerables, donde están los que sufren, donde están las personas que necesitan la luz de Cristo.

La luz no debe estar debajo de la cama.

¡La iglesia no puede estar oculta, no puede estar indiferente!, no puede ser tímida.

II «¿Quién es mi projimo?»

En respuesta a la pregunta: ¿Qué haré para heredar la vida eterna? De Lucas 10:25
¿Jesús Respondió con otra pregunta?

¿Qué está escrito en la ley?

A esto el intérprete de la ley respondió:
«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón … y a tu prójimo como a ti mismo».

El intérprete, queriendo justificarse, preguntó:
«¿Quién es mi projimo?»

En respuesta, Jesús contó la historia de la parábola del buen samaritano.

Y el versículo 36 luego de contar la parábola Jesús le hace una vez mas le hace una pregunta:
¿Quien pues, de estos tres te parece que fue el prójimo?

El interprete de la ley respondió: El que usó de misericordia.

«Vé, y has tu lo mismo» (Lucas 10:37).

En el concepto de Jesús, el prójimo no es el que necesita ayuda, sino el que acude a los necesitados.

Prójimo no es el pobre, o el necesitado, es el que es conmovido con el amor de Dios y acude al pobre y al necesitado.

Aplicaciones:

La pobreza en el mundo no es una excusa para la inercia, sino una orden para ser generoso.

Todo lo que hacemos a uno de estos hermanos pequeños, lo hacemos a Jesús.

Todo acto de bondad, es hecho a Jesús.

2. Seguir a Jesús no es solo seguir las ideas de Jesús, no solo seguir la doctrina de Jesús.
Seguir a Jesús significa fundamentalmente dos cosas:

1. Ama a Dios
2. Y ama a tu prójimo.

En estos dos principios se resume la vida cristiana.

Ama a Dios y ama a tu prójimo.

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