Lección 9 | Domingo 25 de agosto del 2019 | El Ministerio en la Iglesia del Nuevo Testamento | Escuela Sabática Jóvenes

DOMINGO 25 AGOSTO
EL MINISTERIO EN LA IGLESIA DEL NUEVO TESTAMENTO
Logos | Mat. 25:38-40; Hech. 5:12-16; Gál. 2:10; Sant. 2:14-16
EL MINISTERIO DE CURACIÓN (HECH. 5:12-16)
En una demostración de unidad luego de que Cristo ascendió al cielo, los apóstoles continuaron realizando señales y milagros. En Hechos 5:12 al 16. el ministerio de curación se lleva toda la atención, donde los apóstoles sanan personas con todo tipo de enfermedades. Es una demostración del poder de Dios que obra por medio de sus testigos.
Al sanar a los enfermos, los apóstoles pusieron en práctica los preceptos que aprendieron de Cristo durante su ministerio (Mat. 10:8; Luc.4:40,41; 6:17-19). Por tanto, podemos ver a la iglesia primitiva, liderada por los apóstoles, viva con el poder de Dios que la hace crecer y crecer.
Equipados con la comisión de ser testigos en toda Judea, llevaron sanidad a todos, sin importar su raza, trasfondo o condición. Todos recibieron una sanidad total.
Como testigos de Cristo hoy, tenemos la responsabilidad de seguir haciendo avanzar el mensaje del ministerio de curación. Lo hacemos al responder a las necesidades de salud de los miembros menos afortunados de nuestra comunidad. Quienes no pueden solventar las costosas facturas médicas de los hospitales privados cuentan con nuestra colaboración para que marquemos la diferencia en sus vidas.
Tenemos un deber como iglesia, y como jóvenes adultos, en palabra y en acción, de llevar el mensaje del poder salvador y sanador de Dios.

MOSTRAR PIEDAD Y COMPASIÓN (MAT. 25:38-40)
Dios requiere que sus hijos demuestren piedad, compasión y bondad a las personas en situaciones difíciles. Dios espera que tengamos una actitud misericordiosa en todo momento.
Sin embargo, esto no quiere decir que nos tornemos tan sensibles que el mundo pueda aprovecharse de nosotros. En la parábola de las ovejas y los cabritos, Cristo ilustra la base de su juicio cuando suene la última trompeta. Una lección importante en esta parábola es que Cristo está interesado en cómo lo tratamos en nuestra vida presente. Esto se refleja en cómo tratamos a los más humildes en nuestro medio. Cristo requiere que demostremos amor genuino a nuestros hermanos y hermanas en necesidad.
«El verdadero amor de Dios se ve en las ovejas. Cuando las ovejas responden a la necesidad de su hermano, se unen en su sufrimiento y, al mismo tiempo, inadvertidamente, inconscientemente, sin hipocresía, se alinean con Cristo. […] Este es el tipo de amor que no puede fingirse ni simularse. ‘De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros’
Cristo, quien practicó la misericordia, el amor y la compasión, requiere que sus seguidores adopten el carácter de las ovejas: que sean genuinamente buenos, compasivos, amables e Involucrados.

RECORDAR A LOS POBRES (GÁL. 2:10)
En el Antiguo Testamento, la Biblia reconoce la práctica de dar a los pobres y compartir con los miembros menos afortunados de nuestra sociedad (Deut. 14:28,29). Ha habido personas pobres en toda época y comunidad, y es un deber divino preocuparnos por ellos.
Al ayudar a los pobres en nuestras comunidades, deberíamos tratar primero con sus necesidades materiales, y luego proveer el alimento espiritual que los acerca y mantiene unidos a Cristo. Aún así, tenemos que permanecer vigilantes a las tácticas del enemigo (1 Ped. 5:8). Al ayudar a los pobres de nuestra sociedad, no debemos apoyar hábitos que lleven a la pobreza, como tomar cerveza, la pereza, el libertinaje y cualquier otro tipo de mal. En tales situaciones, deberíamos ayudar a las víctimas a salir del pecado primero.
También deberíamos distinguir entre quienes son pobres pero fuertes y saludables, y quienes son Indigentes, enfermos e Inválidos. En el último caso, deberíamos ofrecer nuestra compasión y ayuda.
Tenemos el deber de apoyar a los pobres por autoridad divina, porque son nuestros hermanos. En la mayoría de los casos, los pobres cultivan nuestras huertas, gestionan nuestro capital, lavan nuestra ropa, preparan nuestros alimentos, se ocupan de nuestros negocios, y más. Básicamente, dependemos de ellos tanto como ellos de nosotros. Cuando los recordamos y los apoyamos, nos acordamos de nosotros mismos. Y según la Palabra de Dios, obtenemos el bien haciendo el bien (Sal. 41:1-3).

PARA PENSAR Y DEBATIR:
¿Cómo podemos participar en la justicia social sin caer en pecado?
¿Qué piensas que quiso decir Jesús con: «Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión» (Mat. 5:7)?
¿Por qué es importante suplir tanto las necesidades físicas como las espirituales?
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ESCUELA SABÁTICA PARA JÓVENES
Lectura del folleto Joven
Lección 9: Para el 31 de agosto de 2019
EL SERVICIO EN LA IGLESIA DEL NUEVO TESTAMENTO
Tercer Trimestre 2019 – Servir a los necesitados
Narración: Adan Vicente

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