Lección 6 | Miércoles 6 de noviembre del 2019 | La respuesta del pueblo | Escuela Sabática Adultos

Miércoles 6 de noviembre
LA RESPUESTA DEL PUEBLO
Cuando Esdras abrió la Palabra de Dios, la Torá hebrea, el pueblo se puso de pie. Antes de que Esdras leyera, bendijo a Dios. Después de leer, el pueblo respondió con “¡Amén! ¡Amén!” (Neh. 8:5, 6) al unísono mientras levantaba las manos al cielo. Luego inclinaron la cabeza y adoraron con el rostro hacia el suelo.
Lee Nehemías 8:9 al 12. ¿Por qué los dirigentes le dijeron al pueblo: “No os entristezcáis, ni lloréis”?
“Así también, en tiempos posteriores, cuando en Jerusalén se leyó la Ley de Dios a los cautivos vueltos de Babilonia, y cuando el pueblo lloraba sus transgresiones, se pronunciaron las siguientes palabras bondadosas:
“ ‘No os entristezcáis […]. Id, comed alimentos grasos, bebed vino dulce y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque este es día consagrado a nuestro Señor. No os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza’ (Neh. 8:9, 10)” (MC 214, 215).
Mientras el pueblo escuchaba las palabras de Dios, se sintió impactado por su propio pecado y se puso a llorar. Cuando Dios se nos revela y comenzamos a comprender que está lleno de amor, bondad, misericordia y fidelidad, nuestras deficiencias y la incapacidad de ser lo que debemos ser pasan a un primer plano. Ver la santidad de Dios a través de su Palabra nos hace ver nuestra fatalidad desde una nueva perspectiva. Esta toma de conciencia hizo que el pueblo de Israel llorara y se entristeciera, pero no debía angustiarse, “porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza” (Neh. 8:10). En otras palabras, a pesar de sus fracasos, podían confiar en el poder de Dios.
Este era también un día especial, un día santo, la Fiesta de las Trompetas (Rosh Hashaná), en la que los breves sonidos de las trompetas señalaban la importancia de la preparación del “corazón” para el juicio del Señor (Día de la Expiación, celebrado el 10º día del mes de Tishri). El sonido de las trompetas marcaba un llamado a presentarse arrepentidos ante Dios. Debido a que el día fue pensado para recordarle al pueblo que se volviera a Dios, el llanto y la tristeza son comprensibles. Pero los dirigentes les recordaron que, una vez que se arrepintieron, Dios los había escuchado y, por lo tanto, era hora de regocijarse en el perdón de Dios.
¿Qué debería decirnos esto acerca de cuán malo es el pecado, que crucificó a Jesús como la única manera de resolver el problema del pecado y darnos esperanza?
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LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
Lectura del Folleto de Adultos
Lección 6: Para el 9 de noviembre de 2019
LA LECTURA DE LA PALABRA
Cuarto Trimestre 2019 – Octubre – Diciembre 2019
Esdras y Nehemías
Narración: Carlos Martín

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