Lección 5 | Sábado 27 de julio del 2019 | Celo mal direccionado | Escuela Sabática Jóvenes

EL CLAMOR DE LOS PROFETAS
‘¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios» (Miq. 6:8).

SÁBADO 27 JULIO
CELO MAL DIRECCIONADO
Introducción: Isa. 58:2-7
Es bastante fácil argumentar que nuestro bienestar espiritual proviene de nuestra relación con Dios. Si Dios es la fuente de nuestra salvación, ¿no debería ser nuestra principal preocupación buscarlo, en corazón y con las acciones?
Así, puede ser que entiendas lo confundidos que se habrán sentido los israelitas cuando Isaías condenó sus esfuerzos por acercarse a Dios. En pocas palabras, él condenó que buscaran a Dios (Isa. 58:2,3). ¿No estaban esforzándose por acercarse a Dios? ¿Cómo podría eso ser aborrecible para Dios?
La respuesta es que, aunque se habían apurado por acercarse a Dios, habían descuidado las necesidades de los pobres y los necesitados (vers. 6,7). Mientras que ellos podrían haber considerado esto irrelevante para su condición espiritual, Dios veía las cosas de manera diferente.
Pero ¿no son secundarios esos enfoques para nuestra relación con Dios? Si nuestra principal «tarea» espiritual es amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y fuerzas (Deut. 6:5), ¿por qué deberíamos preocuparnos por las necesidades temporales de otros?
Aquí yace la gran advertencia: el carácter de Dios. La fuente de todos sus pensamientos y acciones está centrada en un amor desinteresado por otros (ver 1 Juan 4:8,10): un amor que todos los que lo buscan son llamados a imitar (ver Fil. 2:5-8) amando a su prójimo como a ellos mismos (Lev. 19:18), sea blanco, negro, homosexual, heterosexual, indigente, inmigrante, discapacitado o adicto.
Por tanto, no podría haber una ilustración más clara de hipocresía espiritual que la de cristianos que dicen seguir a Dios con todo su corazón, alma y fuerzas, pero que al mismo tiempo descuidan amar a su prójimo como a sí mismos, y en lugar de eso, vuelven la espalda a las necesidades de quienes los rodean. Así. reconocemos que el reclamo de Dios a Israel no era sobre su celo religioso sino sobre su hipocresía. Él vio un pueblo que decía amar a Dios con todo el corazón, mientras que sus acciones demostraban que su amor estaba prácticamente ausente en esos corazones. Al estudiar esta semana, te invito a explorar las profundidades de tu propio corazón para detectar hipocresías, y a entregarlas al Único que puede limpiarte de toda impureza.
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ESCUELA SABÁTICA PARA JÓVENES
Lectura del folleto Joven
Lección 5: Para el 3 de agosto de 2019
EL CLAMOR DE LOS PROFETAS
Tercer Trimestre 2019 – Servir a los necesitados
Narración: Adan Vicente

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