Lección 3 | Domingo 12 de enero del 2020 | La inmanencia de Dios | Escuela Sabática Adultos

Domingo 12 de enero
LA INMANENCIA DE DIOS
Lee Daniel 2:1 al 16. ¿Qué crisis enfrentan los hebreos debido al sueño que el Señor le da al rey?
Los sueños eran cosa seria en el mundo antiguo. Cuando un sueño parecía premonitorio, a menudo indicaba un desastre inminente. Por lo tanto, es comprensible que Nabucodonosor esté tan ansioso por un sueño que –para hacer las cosas aún más inquietantes– ya no puede recordar. Los expertos babilónicos creían que los dioses podían revelar la interpretación de los sueños, pero en el caso de este sueño en Daniel, no hay nada que los expertos puedan hacer porque el rey ha olvidado el sueño. Si se les transmitiera el contenido del sueño, llegarían a una interpretación para complacer al rey. Pero, en esta situación sin precedentes, cuando los expertos en sueños no pueden decirle al rey de qué trata su sueño, se ven obligados a admitir que “no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne” (Dan. 2:11).
Abrumado por la frustración, el rey manda que todos los sabios de Babilonia sean asesinados. Esa atrocidad no era extraña en el mundo antiguo. Las fuentes históricas atestiguan que, debido a una conspiración, Darío ejecutó a todos los magos, y Jerjes mató a los ingenieros que habían construido un puente que se derrumbó. Cuando Nabucodonosor emite su decreto, Daniel y sus compañeros acababan de terminar sus estudios y de ser admitidos en el círculo de expertos del rey. Por esta razón, el decreto de muerte emitido por el rey también se aplica a ellos. De hecho, el idioma original sugiere que la matanza comenzaría de inmediato, y Daniel y sus amigos serían ejecutados seguidamente. Pero Daniel, “sabia y prudentemente” (Dan. 2:14), se acerca a Arioc, el hombre a cargo de llevar a cabo las ejecuciones. Al final, Daniel solicita tiempo al rey para resolver el misterio del sueño. Curiosamente, aunque el rey acusó a los magos de tratar de ganar “tiempo”, de inmediato concede el “tiempo” que Daniel solicita. Daniel por cierto concuerda con los magos en que ningún ser humano puede resolver ese misterio, pero el profeta también conoce a un Dios que puede revelar el contenido y la interpretación del sueño.
Los teólogos hablan de la “inmanencia” de Dios: aunque Dios es diferente de la Creación, aun así puede estar muy cerca de ella. ¿Qué nos enseña el hecho de que él le haya dado un sueño al rey Nabucodonosor acerca de cuán inmanente puede ser Dios para nosotros? (Ver además Hech. 17:28.)
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LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
Lectura del Folleto de Adultos
Lección 3: Para el 18 de enero del 2020
DEL MISTERIO A LA REVELACIÓN
1er. Trimestre 2020
DANIEL – El libro de Daniel

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