Lección 13 | Miércoles 25 de diciembre del 2019 | Propósito y pasión | Escuela Sabática Adultos

Miércoles 25 de diciembre
PROPÓSITO Y PASIÓN
¿Qué nos enseñan los siguientes textos sobre la fuerza motriz en la vida de Esdras y Nehemías? (Neh. 2:1–10; Esd. 7:8–10).
En todo lo que hacían, Esdras y Nehemías buscaban que la voluntad de Dios se cumpliera en la vida de su pueblo. Sí, el pueblo se había equivocado; sí, fueron castigados por ello. Pero Dios, fiel a sus promesas de restauración, abrió el camino para que su pueblo regresara a la Tierra Prometida y, si era fiel, cumpliera los objetivos que él había establecido para él. Y el Señor, en su sabiduría, escogió a dos hombres muy dedicados, hombres en cierto sentido semejantes a Moisés, para que desempeñaran un papel fundamental en esta restauración, así como había utilizado a Moisés generaciones antes para una tarea especial.
Los grandes líderes como estos dos hombres tienen un objetivo. Tienen una razón para vivir que impulsa cada una de sus acciones. Se podría decir que tanto Esdras como Nehemías tenían un propósito en la vida. Tenían una visión de dónde querían que estuviera el pueblo de Dios, y entonces pusieron todo de su parte para lograr el objetivo.
Esdras lo logró estudiando las Escrituras y enseñando la Palabra al pueblo. Nehemías alentó al pueblo a hacer lo correcto y a levantarse audazmente en favor de Dios. Ambos hombres querían ver una Jerusalén restaurada; pero no solo una restauración material. También querían ver un reavivamiento y una reforma en la vida espiritual de sus habitantes. Por eso, corrigieron, reprendieron y, a veces, exigieron determinado curso de acción. Los grandes líderes creen en algo más grande que lo común y mediocre. Esdras y Nehemías creían en un Dios poderoso y amante, un Dios que podía hacer milagros, y querían que todos tuvieran una profunda relación con él.
Desde el primer capítulo de Nehemías, el lector queda impresionado por la dedicación de Nehemías a la causa de Dios y también por su angustia por la difícil situación de su pueblo. En el capítulo 1, él llora cuando se entera de las dificultades de los israelitas en Judá. Se postra y promete hacer lo que Dios le pida que haga. Nehemías parece estar motivado por la idea de querer marcar la diferencia en el mundo. Era un hombre de acción, de acción para Dios. Nehemías decidió marcar la diferencia no con un salario más alto o teniendo un cargo preeminente (aunque él tenía ambas cosas en Persia), sino yendo a Judá, a una nación no tan próspera, con resistencia a cada paso. Avanzó por fe, a pesar de los obstáculos que se le presentaban.
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LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
Lectura del Folleto de Adultos
Lección 13: Para el 28 de diciembre de 2019
LOS DIRIGENTES DE ISRAEL
Cuarto Trimestre 2019 – Octubre – Diciembre 2019
Esdras y Nehemías
Narración: Carlos Martín

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