Lección 13 | Lunes 23 de septiembre del 2019 | Un remanente que sirve | Escuela Sabática Adultos

Lunes 23 de septiembre
UN REMANENTE QUE SIRVE
La definición estándar del pueblo remanente identificado en la profecía bíblica se encuentra en Apocalipsis 12:17: “Los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (ver, además, Apoc. 14:12). En la historia bíblica, estas características señalan al pueblo de Dios en las etapas finales de la historia de la Tierra. Pero en las historias bíblicas también podemos encontrar ejemplos de cómo actúa ese remanente y, en especial, cómo sirve a los demás. El ejemplo de Moisés en este sentido es abrumador.
Lee Éxodo 32:1 al 14. ¿Cuál es la comparación entre Moisés en esta historia y el remanente descrito en Apocalipsis 12:17?
En su ira contra el pueblo de Israel, Dios amenazó con destruirlos y transferir las promesas hechas a Abraham (que sus descendientes se convertirían en una gran nación) a Moisés y su familia (ver Éxo. 32:10).
Pero Moisés no quería eso. Moisés tiene la audacia de discutir con Dios, y sugiere que si el Señor cumple con su amenaza, eso lo hará quedar mal (ver Éxo. 32:11-13). Pero luego Moisés va más allá y se arriesga a urgir a Dios con su demanda.
Moisés había estado esforzándose para guiar a este pueblo a través del desierto. Este había estado quejándose y discutiendo casi desde el momento en que salieron en libertad. Y sin embargo, Moisés le dice a Dios: Si no puedes perdonarlos, “ráeme ahora de tu libro que has escrito” (Éxo. 32:32). Moisés se ofrece a renunciar a la eternidad para salvar a aquellos con quienes ha compartido su viaje.
¡Qué poderoso ejemplo de intercesión abnegada en nombre de aquellos que no lo merecen! ¡Y qué poderoso símbolo de todo el plan de salvación!
“Mientras Moisés intercedía por Israel, perdió su timidez, movido por el profundo interés y amor que sentía hacia aquellos en cuyo favor él había hecho tanto como instrumento en las manos de Dios. El Señor escuchó sus súplicas, y otorgó lo que oraba tan desinteresadamente. Había examinado a su siervo; había probado su fidelidad y su amor hacia aquel pueblo ingrato, inclinado a errar, y Moisés soportó noblemente la prueba. Su interés por Israel no provenía de motivos egoístas. Quería la prosperidad del pueblo escogido de Dios más que su honor personal, más que el privilegio de llegar a ser el padre de una nación poderosa. Dios se sintió complacido por su fidelidad, su sencillez de corazón y su integridad; y le dio, como a un fiel pastor, la gran misión de liderar a Israel a la Tierra Prometida” (PP 330).
¿Qué nos dice esto acerca de cómo debemos tratar, en cuanto sea posible, a los que cometen errores a nuestro alrededor?
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LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
Lectura del Folleto de Adultos
Lección 13: Para el 28 de septiembre de 2019
UNA COMUNIDAD DE SIERVOS
Tercer Trimestre 2019 – Servir a los necesitados
“Uno de estos mis hermanos más pequeños”
Narración: Carlos Martín

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