Lección 11 | Lunes 9 de diciembre del 2019 | Los levitas en los campos | Escuela Sabática

Lunes 9 de diciembre
LOS LEVITAS EN LOS CAMPOS
Lee Nehemías 13:10 al 14. ¿Qué intenta solucionar Nehemías aquí?
Los cantantes, los guardianes y otros servidores del Templo tuvieron que volver a trabajar al campo para alimentar a sus familias, porque el pueblo no estaba sosteniendo la obra de Dios. Todo el sistema de diezmos y ofrendas que fue establecido con tanto cuidado ahora estaba en ruinas. Nehemías tuvo que empezar de nuevo. El acto de arrojar todo afuera de la habitación muestra desesperación.
“No solo se había profanado el Templo, sino también se había dado una aplicación incorrecta a las ofrendas. Esto propendió́ a desalentar la liberalidad del pueblo. Habiendo este perdido su celo y su fervor, le costaba mucho pagar sus diezmos. La tesorería de la casa del Señor estaba mal provista, y muchos de los cantores y otros empleados en el servicio del Templo, al no recibir suficiente sustento, habían dejado la obra de Dios para trabajar en otra parte” (PR 491).
Es fascinante ver que todo Judá se volvió a reunir y reconstruyó lo que se había destruido. El pueblo estaba de parte de Nehemías contra Tobías y Eliasib, porque debieron de haber notado que Nehemías hacía todo lo posible en beneficio del pueblo. Además, Nehemías les confió los cargos de supervisores de los terrenos del Templo a hombres a quienes consideraba fieles y dignos de confianza. A ellos se les encomendó la tarea de recolectar los diezmos y las ofrendas, asegurarse de que las mercaderías se almacenaran correctamente y distribuir los recursos a las partes correspondientes. En otras palabras, Nehemías entró y arrancó de raíz el sistema corrupto de liderazgo, aparentemente de un plumazo.
Aunque Nehemías designó a hombres fieles en la organización del Templo, el corrupto sumo sacerdote, Eliasib, no perdió su puesto, ya que se transmitía a través de los descendientes de Aarón. Su trabajo en el Templo es posible que haya quedado paralizado por las medidas de Nehemías de asignar a otros para algunas de las responsabilidades del sumo sacerdote, pero él todavía seguía siendo el sumo sacerdote.
Nehemías había orado: “¡Recuerda esto, Dios mío, y favoréceme; no olvides todo el bien que hice por el Templo de mi Dios y de su culto!” (Neh. 13:14, NVI). ¿Por qué era tan humana esta oración?
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LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
Lectura del Folleto de Adultos
Lección 11: Para el 14 de diciembre de 2019
UN PUEBLO REINCIDENTE
Cuarto Trimestre 2019 – Octubre – Diciembre 2019
Esdras y Nehemías
Narración: Carlos Martín

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