Lección 11 | Jueves 12 de septiembre del 2019 | Restaura los muros destruidos | Escuela Sabática Jóvenes

JUEVES 12 SEPTIEMBRE
RESTAURA LOS MUROS DESTRUIDOS
Opinión | Isa. 58:1-14
Isaías 58 comienza presentándonos a un pueblo que es extremadamente religioso. Este pueblo se deleita en adorar a Dios. Está ayunando en busca de un derramamiento del Espíritu Santo. Está yendo a un retiro espiritual en busca de una bendición especial para su vida. Pero Dios dice que están todos equivocados. No recibirán una bendición especial. No recibirán al Espíritu. ¿Por qué?
Están ayunando por las razones equivocadas. Lo hacen por todas las razones equivocadas. Están yendo a un retiro espiritual para una lucha. Quieren pelear, discutir y debatir con los demás. Pero el Señor también señala otra razón por la que no recibirán al Espíritu: su pueblo atesora un espíritu egoísta dentro de su corazón. Toman cualquier bendición que Dios les ha dado y se la guardan solo para ellos.
No se trata de partidos políticos. No se trata de decirte con qué agenda o grupo político identificarte o a quién seguir en las redes sociales para estar a la moda. Más bien, se trata del desarrollo del carácter. Se trata de la necesidad de tomar responsabilidad personal por las cosas que están sucediendo en este mundo y de hacer algo al respecto. ¿Desde cuándo el cristianismo dependió de la legislación para decir que está bien hacer cosas buenas? SI creemos que podemos dejar recaer nuestra obligación moral sobre algún partido político o algún gobierno para que haga lo que nosotros deberíamos estar haciendo, entonces, ¿cómo crecerá nuestro carácter?
Isaías 58 habla de cómo Dios quiere restaurar su Ley y su carácter en este mundo. Cuando comencemos a hacer esto, su justicia brillará por medio de nosotros. Cuando nos propongamos en nuestro corazón reproducir el carácter de Cristo por medio de acciones de abnegación cristiana, comenzaremos a ver restaurados los muros destruidos en el mundo. Recuerda, Cristo dijo que «a los pobres siempre los tendrán con ustedes» (Mat. 26:11). El objetivo no es erradicar la pobreza. Es darnos la oportunidad de expresar la amante bondad del Padre hacia los necesitados. Una vez que aprendamos este sacrificio propio, aprenderemos la verdadera naturaleza del sábado, que consiste en ser abnegados y en aprender a deleitarnos en el Señor. Esta es una promesa que Dios quiere cumplir.
PARA PENSAR Y DEBATIR:
Si la naturaleza de Dios es de abnegación y sacrificio propio, ¿cómo podemos llegar a llevarnos bien con él en el cielo si no edificamos un carácter similar aquí, en la Tierra?
En muchos casos, los viajes misioneros han llegado a ser una forma de turismo: por ejemplo: «Hagamos obra misionera en Egipto, así también podemos visitar las pirámides». ¿Acaso no sería un uso más eficiente de nuestros recursos alcanzar a las personas en nuestro propio país y reutilizar los fondos que de otra forma se usarían en un carísimo «voluntariado»?
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ESCUELA SABÁTICA PARA JÓVENES
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