Lección 11 | Jueves 12 de septiembre del 2019 | No más lágrimas ni dolor | Escuela Sabática Adultos

Jueves 12 de septiembre
NO MÁS LÁGRIMAS NI DOLOR
Lee Apocalipsis 21:1 al 5; 22:1 al 5 y trata de imaginar cómo será la vida que se describe aquí. ¿Por qué es difícil imaginar la vida sin pecado, muerte, dolor ni lágrimas?
Las descripciones bíblicas de nuestra vida después del pecado indudablemente son maravillosas y gloriosas y apenas si representan lo que nos espera. Incluso en estos versículos, la cantidad de descripciones sobre lo que no habrá allí casi se equipara con lo que sí habrá. Cuando este mundo es todo lo que conocemos, cuesta imaginar la vida sin dolor ni sufrimiento, sin muerte ni miedo, sin injusticia ni pobreza.
Sumado a que estas cosas no existirán más, esta descripción agrega un toque personal: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos” (Apoc. 21:4). En el contexto de quienes han sido salvados, la compasión de Dios por aquellos que han sufrido a lo largo de la historia humana alcanza un clímax en esta frase. Además de poner fin a su sufrimiento, personalmente enjuga sus lágrimas.
Maltratados y marcados por una vida de pecado y un mundo de injusticia y tragedia, en el libro de Apocalipsis podemos ver insinuaciones de un proceso de curación para todos los que hemos sido víctimas del pecado de diferentes formas. Al describir el árbol de la vida, Juan explica que “las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones” (Apoc. 22:2). Una vez más, Dios muestra su condescendencia y compasión por la humanidad por lo que implicó sentir, experimentar, presenciar e incluso participar del mal de este mundo. Su plan para recrear nuestro mundo incluye restaurarnos y sanarnos a todos.
Mientras tanto, procuramos hacer todo lo posible en Cristo, por más fluctuante e insignificante que sea, para servir a quienes nos rodean y necesitan lo que tenemos para ofrecerles. Sea lo que sea que esté a nuestro alcance (palabras amables, un plato caliente, ayuda médica, tratamiento dental, ropa, consejos), deberíamos hacerlo con el amor abnegado que Jesús manifestó cuando estuvo aquí.
Por supuesto, el mundo seguirá empeorando cada vez más, a pesar de todos nuestros esfuerzos. Jesús sabía eso. Sin embargo, esta realidad no le impidió servir a los demás, y tampoco debería ser un impedimento para nosotros.
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LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
Lectura del Folleto de Adultos
Lección 11: Para el 14 de septiembre de 2019
DE QUÉ MANERA VIVIR LA ESPERANZA ADVENTISTA
Tercer Trimestre 2019 – Servir a los necesitados
“Uno de estos mis hermanos más pequeños”
Narración: Carlos Martín

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