Bosquejo | Lección 13 | Una comunidad de siervos | Escuela Sabática Pr. Edison Choque

La metáfora del perfume de 2 Corintios 2: 15-16 amplía nuestra visión del propósito de Dios para su iglesia.

El texto dice: “Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden;
a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida»
¿Qué significa eso?

Pablo tenía en mente la imagen de la entrada triunfal del ejército romano después de una conquista.

Los primeros en entrar eran los magistrados, luego entraban los senadores, seguidos de las trompetas.

Luego venían los soldados que llevaban el botín de la tierra conquistada, seguidos por los gobernantes y generales capturados, todos encadenados y listos para ser ejecutados antes del final del día.

Enseguida entraban los músicos y sacerdotes que llevaban sus incensarios.

A lo largo del camino se podía oler el aroma de los incensarios.

Las víctimas conquistadas huelen a muerte, porque se dirigían a ser sacrificadas.

Y para el ejército victorioso, la fragancia tiene el dulce aroma de la victoria.

El propósito de la lección de esta semana es reconocer que nuestro llamado como pueblo remanente tiene el objetivo: ser embajadores de la salvación y la proclamación de la justicia.

Bienvenidos al bosquejo de la lección de la Escuela Sabática. Estamos en la última lección del trimestre. Y el título de la lección 13 es:
Una comunidad de siervos.
Vamos a tocar dos temas en la parte de comprensión:

1. Embajadores del Reino

2. El pueblo remanente

I. Embajadores del Reino de Dios

La Biblia usa varios símbolos para referirse al cristiano, uno de estos símbolos es “embajador”.

Encontramos esta referencia en 2 Corintios 5: 18-20

Allí encontramos algunas características del embajador de Cristo:

1. Representa a Dios y su reino. (2 Corintios 5:18)

2. Transmite la voluntad de Dios. (2 Corintios 5:19)

3. Es un agente de la reconciliación. (2 Corintios 5:20)

4. Acompaña a los reconciliados. (2 Corintios 5:20)

Cuando una persona se reconcilia con Dios, se convierte en embajador de Dios para el cambio en la vida de otras personas.

II. Um Pueblo Remanente

El libro de Apocalipsis define claramente el papel del remanente para este momento:

1. Anuncia la llegada del juicio. (Apocalipsis 14: 7)

2. Presenta salvación por medio de Cristo. (Apocalipsis 22:14)

3. Proclama la segunda venida de Jesús (Apocalipsis 23: 1,14)

El remanente es la llama ininterrumpida de la verdad que brilla a través de la oscuridad en todos los tiempos.

En el ministerio de Jesús encontraremos dos acciones estrechamente vinculadas:

Hacer justicia y evangelizar.

Mateo 10: 7,8 “Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”.

Pero el principio que debe identificar al pueblo remanente de Dios debe ser el AMOR:

Juan 13:34, 35 «En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.»
El amor debe caracterizar a todo seguidor de Jesús.

Finalmente un consejo que Jesús dejó para su remanente en este tiempo.

Hebreos 10: 24,25
“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”.

1. Animarnos uno a otros
2. No dejar de congregarnos.

Aplicaciones:

1. Cuando pertenecemos a una comunidad amorosa que también está ocupada haciendo “bien a otros”, crecemos interna y externamente, hay bendiciones integrales tanto para los donantes como para los receptores.

2. La iglesia tiene una misión clara: proclamar las virtudes de la gracia de Dios y ser agentes de cambio.

Te invito a revisar tu papel de miembro de la iglesia para convertirte en un verdadero siervo en el reino de Dios.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*